En escenarios donde las mujeres aún somos excepción, levantar la voz no es solo un acto comunicativo: es un gesto de presencia, de autoridad y de sentido. En este taller exploraremos cómo encontrar y habitar una voz que sea propia, que no repita fórmulas aprendidas, sino que exprese desde la raíz lo que nos moviliza y nos compromete.
Tatiana Camps propone un espacio profundo y vivencial, sustentado en la biología cultural y la Teoría U, para desarrollar una comunicación que integre cuerpo, emoción y lenguaje. Una comunicación conectada no con lo correcto, sino con lo significativo. Con lo que verdaderamente nos importa.
Porque comunicar es mucho más que hablar: es abrir campos conversacionales que transforman. Y en tiempos de complejidad, liderar es también aprender a escuchar, a nombrar lo innombrado y a sostener una voz clara en medio de la tensión.