OPINIÓN: «Las empresas no son inmortales»

Publicado el viernes 22, mayo, 2020

En la opinión pública existen ciertos prejuicios con la “empresa”. Y lo cierto es que todas las compañías tienen un rol crucial en la economía, con un amplio impacto en la cadena productiva, la liquidez de las pymes, el empleo, el mercado interno y las exportaciones. Hoy la interdependencia es total.

Pablo de Luigi, empresario y vicepresidente de IRADE

En las empresas existe una gran incertidumbre respecto del futuro. La pandemia empieza a mostrar su peor cara y cada día se hace más difícil sostener compañías bajo un contexto de emergencia sanitaria, que prevé un peak de desempleo del 15%. La pandemia no parte con hoja en blanco: Chile el 2019 terminó con un total de 1.558 empresas declaradas en quiebra, un 16% más que el año anterior, y hasta abril de 2020, la Superintendencia de Insolvencia señaló que ha recibido 564 solicitudes.

Las empresas son el fiel reflejo de desarrollo de un país. Son indispensables para sostener el trabajo, cuidar la salud, crear nuevos empleos y resguardar los ciclos de vida de cada sector económico. Por ello nuestro llamado es a trabajar de forma incansable por mantener vivo el espíritu empresarial.

Al mundo privado le corresponde un rol crucial en el movimiento de la cadena productiva. Hoy, con todo el aprendizaje que llevamos de esta crisis, sabemos que es posible resguardar la salud de las personas, manteniendo el motor productivo andando, como lo demuestran las cifras regionales. Lo importante es que todos debemos asumir que las empresas, incluso las más grandes, no son inmortales.

El sector empresarial –grandes, medianos y chicos-, emplea a casi el 90% de la población económicamente activa.  Es parte de un ecosistema que, además de brindar bienes y servicios, mejora la calidad de vida de las personas. Resguardar la salud y el empleo de los trabajadores es un imperativo ético, porque todos tememos a la emergencia social que deriva de la crisis sanitaria.

En la opinión pública existen ciertos prejuicios con la “empresa”. Y lo cierto es que todas las compañías tienen  un rol crucial en la economía, con un amplio impacto en la cadena productiva, la liquidez de las pymes, el empleo, el mercado interno y las exportaciones. Hoy la interdependencia es total.

Buenas empresas generan mercados justos. Nadie puede estar pensando en sacar provecho más allá de la sustentabilidad del negocio y el resguardo de sus trabajadores. La superación de la crisis requiere de una economía sólida y de un grupo de empresas pujantes, invirtiendo y creciendo.

Nuestra invitación es a defender los valores y las buenas prácticas empresariales.  Ser reconocidos como agentes de cambio es clave para seguir construyendo una sociedad más justa.  Chile requiere de líderes, trabajadores y ciudadanos sanos, con altos principios y garantes del estado de derecho.

Nuestro llamado es a seguir dialogando e invitar a todos los gremios, parlamentarios, empresarios y líderes pro-desarrollo, a comprender la real dimensión económica de la crisis. Necesitamos avanzar juntos en una estrategia regional, que recupere la senda del crecimiento y el desarrollo de nuestro país, priorizando siempre la salud, la educación y la seguridad de las personas.

Lo que está claro, es que sin nuestras empresas sólidas, un país difícilmente saldrá adelante.

Pablo De Luigi, empresario y Vicepresidente de Irade