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Hasta siempre, Francisco Miguieles Salazar

Hasta siempre, Francisco Miguieles Salazar

Siempre es difícil despedir a un colega de trabajo. A alguien con quien compartimos experiencias, crecimos laboralmente y pasamos muchas horas concretando proyectos. Pero es aún más complejo decirle adiós a un amigo que nos inspiró con su ejemplo de liderazgo. Cercano, preocupado por el bienestar de su equipo, con la puerta de su oficina siempre abierta para un café y una buena conversación; y con un sueño de empresa y de región que motivó a todos quienes lo conocieron.

 

Hoy ha partido Francisco Miguieles Salazar, Gerente General de Irade, quien llegó a trabajar a nuestra institución en 1994 para desempeñarse en el área de management y recursos humanos. Siempre con un estilo característico: un regionalista que escuchaba la opinión de todos, un jefe que acompañaba y un realizador de obras a través de los acuerdos.

De profesión Ingeniero Civil Informático de la Universidad de Concepción, Francisco promovió una visión moderna de la empresa regional, apostando por las personas y el bienestar organizacional como eje de acción. Asimismo, ejerció una labor preponderante en la gestión y consolidación de emblemáticos proyectos de capital humano y social, como el Diplomado de Habilidades Directivas que durante cinco años, a partir del año 2000, reunió en una misma sala a líderes de empresas y autoridades regionales. Más tarde vendría un nuevo formato para el Encuentro Regional de Empresas (Erede), imponiendo como sello el diálogo público-privado-social y la colaboración, atributos que siempre lo caracterizaron.

Su amor por la ciudad y la región lo llevaron a involucrarse de lleno en los temas de interés público. La Estrategia Regional de Desarrollo 2015 – 2030, la Corporación Desarrolla Biobío, el Parque Científico y Tecnológico Pacyt, fueron parte de sus grandes motivaciones en los últimos años.

Casado con Lilian Millar y padre de tres hijos: Martín, Juan Pablo y Catalina, quien lo inspiró a asumir un rol relevante en el mundo social. Fue por ella y por cientos de niños que fundó Bioautismo, red de padres y profesionales relacionados con  niñas y niños con autismo, que posteriormente fue replicada en Santiago.

Así era Francisco Miguieles, “el Pancho” para los amigos. Alguien que destacaba por su calidad humana, reflejada en su constante preocupación por el bienestar laboral de su equipo, (“la familia es lo más importante”, decía con frecuencia), como en sus ideas para la región, donde supo generar consensos en momentos críticos por el bien del Biobío.

Querido amigo, honraremos tu inmenso legado impulsando siempre el diálogo transversal y el liderazgo participativo, tal como tú siempre lo hiciste. Nos apena tu partida tan prematura y acompañaremos a tu familia en el dolor. En nuestra memoria has sembrado sueños que nos impulsan a ser cada día mejores y a seguir trabajando por nuestra región, sus empresas y su gente.

Equipo Irade