Sin duda nadie estaba preparado, ni en el ámbito laboral ni familiar, para enfrentar una emergencia de las proporciones derivadas del terremoto y maremoto del 27 de febrero. Sin embargo, a pesar de la escasa preparación, es destacable la reacción de los trabajadores que estaban de turno en las empresas, para salvar vidas y evitar daños mayores a los equipos e instalaciones.Una vez pasado el evento, y después de las primeras evaluaciones, las reacciones de las empresas variaron de acuerdo a sus daños físicos, a la situación de sus empleados, al tiempo esperado de recuperación y/o reconstrucción, a la situación del entorno y a lo que había ocurrido con sus proveedores y sus clientes.
Lo cierto es que muchas empresas reaccionaron muy bien para enfrentar estos nuevos desafíos, y otras no tanto. Este 4to Encuentro que organiza el Círculo de Gestión de Personas de IRADE persigue hacer un levantamiento de buenas prácticas, sacar enseñanzas desde los hechos reales y proyectar mejoras que sean necesarias.
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