«Cuidemos el diálogo, valoremos la paz y nuestra libertad», Nelson Donoso en EREDE 2025

«Cuidemos el diálogo, valoremos la paz y nuestra libertad», Nelson Donoso en EREDE 2025

Muy buenos días a todas y todos, 

 

Es un honor darles la bienvenida a esta nueva edición del Encuentro Regional de la Empresa – EREDE 2025, este año bajo el lema “Conectar, Invertir, Crecer.” 

 

Este es un espacio abierto, democrático, y que convoca al diálogo. Aquí confluyen empresarios, autoridades, representantes sindicales, gremios, academia y ciudadanía, con un mismo objetivo: mirar al Biobío con pasión, con empatía territorial, con coraje, con enfoque estratégico, con compromiso individual y siempre mirando más allá del horizonte.

 

Estamos a solo tres semanas de las elecciones presidenciales y parlamentarias. Chile se prepara para un nuevo ciclo político, y el Biobío tiene nuevamente una responsabilidad histórica: hablar claro, exigir coherencia con nuestras prioridades y por sobre todo mostrar cohesión regional.

 

Hoy debemos conectar con la última etapa del gobierno actual, planteando con claridad las urgencias de nuestra región; pero también debemos conectar con las candidaturas que quieren gobernar un país que necesita certezas, consensos y visión de largo plazo.

 

Desde nuestra vocación de región productiva, les decimos con convicción: “Chile debe reactivar su crecimiento económico con una visión estratégica integral para el desarrollo regional, desde el esfuerzo de sus trabajadores, desde el desarrollo empresarial, desde el conocimiento y desde la innovación”.

 

Pero, no podemos crecer sobre terreno inestable. Nuestra región ha vivido años bajo estado de excepción. Las cifras de robos de madera y de atentados han disminuido, sin embargo, los actos de terror se han vuelto cada vez más violentos, al menos yo, me resisto a decir que hemos avanzado, cuando Manuel León Urra, trabajador forestal, es asesinado cobardemente, cuando aún hay familias que viven con miedo, cuando personas temen salir a trabajar, estudiar o emprender y cuando comunidades enteras sienten amenazada su libertad.

 

“La seguridad no es un privilegio, es un derecho constitucional y cuando la seguridad se debilita, también lo hace nuestra libertad”.

 

La descentralización es solo un eslogan si no va acompañada de los recursos necesarios. El Biobío tiene la capacidad técnica, empresarial y social para definir sus propias prioridades. Lo que pedimos no es privilegio: es autonomía con responsabilidad, participación efectiva y financiamiento suficiente para construir desarrollo real desde el territorio, aportando de manera significativa a la economía regional y nacional.

 

“Porque sin una distribución justa y robusta de recursos, las regiones no pueden capitalizar sus oportunidades y las brechas sociales se agudizan».

 

Hoy el desempleo en el Biobío alcanza el 9,9 %, y entre las mujeres bordea el 10 % y debemos actuar con sentido de urgencia.

• No hay reactivación y empleo sin empresa.

• No hay empresa sin inversión.

• Y no hay inversión sin confianza y sin certezas mínimas.

 

“Las empresas son motores de empleo, productividad y desarrollo, son agentes sociales esenciales, que crean oportunidades, tejen comunidad y generan cohesión territorial».

 

Nuestra Región se explica en su diversidad productiva. Somos una región que manufactura, que cultiva, que pesca, que genera energía, que construye, que exporta, que forma capital humano avanzado y que innova. 

 

Hoy enfrentamos desafíos concretos y urgentes:

 

• El sector de la construcción estima que hacia fines de este año se perderán 10.000 nuevos empleos, una caída que refleja la contracción de la inversión pública y privada…. Para poder reactivar este sector, se requiere de un Plan de Inversión y Financiamiento a proyectos de construcción en: infraestructura pública, ferroviaria y viviendas. Debemos incentivar las inversiones privadas mediante mejoras en Plan de Concesiones de Infraestructura y Vivienda Pública. Ampliar en forma permanente el subsidio a la tasa de las viviendas inmobiliarias para la clase media, debemos ordenar los Planes Reguladores Comunales y Metropolitano para que exista oferta de suelo y normativa adecuada para el desarrollo inmobiliario, industrial y portuario.

 

• La Agricultura es uno de los pilares de nuestro desarrollo, somos relevantes para Chile y tenemos un enorme potencial basado en nuestra ubicación geográfica, clima, disponibilidad de agua y particularmente en su gente. Sin embargo, para que realmente podamos capitalizar sus oportunidades, se requiere implementar una firme alianza entre los agricultores y el sector público, se necesita invertir en infraestructura de riego e incluyendo grandes embalses.

 

• El mundo forestal ha perdido cerca de 35.000 puestos de trabajo durante los últimos años, afectado por incendios, falta de políticas de replantación y la acción del crimen organizado. Una industria que es orgullo del Biobío hoy lucha por sobrevivir ante la falta de certezas y sentido de urgencia. Esperamos que los anuncios recientes, para incentivar la reforestación, subsidiar la construcción en madera y financiar con bonos de carbono proyectos de forestación se implementen a la brevedad.

 

• Los 6.500 empleos directos que genera la pesca industrial están en incertidumbre frente a la nueva Ley de Pesca, que podría reducir cuotas y modificar las reglas del juego. Aquí lo que está en riesgo es una actividad económica que ha sido, por décadas, un pilar de la economía regional, la inestabilidad regulatoria pone en riesgos la estabilidad laboral de miles de familias e hipoteca las posibilidades de capitalizar las oportunidades para pescadores industriales y artesanales. “Necesitamos certeza jurídica inmediata para este importante sector de nuestra economía regional, con pleno respeto a los derechos adquiridos y a las reglas del juego bajo las cuales los inversionistas tomaron sus decisiones.”

 

• El sector turístico es el segundo empleador de Chile, pero en la provincia de Arauco enfrenta una crisis silenciosa, con baja ocupación y una cadena de valor que solo se reactivará con el retorno de la paz. 

 

 

• Por último, la región y el país necesitan de una aceleración urgente de los permisos para proyectos sustentables, detonantes de inversión y de empleo intensivo. Esta aceleración no solo depende de nuestras autoridades ambientales, sino también de los titulares de proyectos, de nuestros organismos sectoriales y de nuestros gobiernos centrales y regionales. La transición energética ofrece a nuestra región un sin número de oportunidades para liderar la transformación a energías renovables y la producción de los minerales críticos que el mundo necesita con urgencia. Además, la inteligencia artificial y la digitalización están generando una demanda inédita por energía renovable para la instalación de centros de datos. 

 

• Si aceleramos la inversión en infraestructura eléctrica, el Biobío puede transformarse en un polo estratégico de almacenamiento y procesamiento de datos limpios. “Destrabar inversiones solo depende de nosotros y el momento es ahora.” 

 

El Plan de Fortalecimiento Industrial ha sido un ejemplo concreto de generación de Capital Social Positivo: un espacio donde empresas, gobierno central, gobierno regional y mundo sindical se sientan en la misma mesa a construir consensos y definir prioridades. Este espacio ha demostrado que cuando hay convicción en el diálogo social real, se puede pasar de la desconfianza a la colaboración y de la colaboración a la transformación. 

 

Hoy tenemos la responsabilidad de conectar el camino recorrido con el Plan Regional 2050 impulsado por el gobierno regional, como columna vertebral de una hoja de ruta que conecte inversión, desarrollo humano y sostenibilidad.

 

Hoy el Biobío nos convoca con urgencia, porque si algo hemos aprendido en Irade es que los grandes cambios nacen cuando somos capaces de unirnos.

 

Conectar significa tender puentes verdaderos entre Estado, empresas, sindicatos y ciudadanía.

 

Invertir es atrevernos a mirar más lejos, tenemos universidades de clase mundial, talento técnico, vocación industrial y una cultura de trabajo que sabe adaptarse. El desafío ya no es solo defender lo que somos, sino construir lo que aún no existe. Biobío tiene todo para convertirse en la capital del conocimiento aplicado, de la manufactura sostenible y de la innovación industrial del país.

 

Crecer no solo en cifras macroeconómicas, sino en cohesión social, equidad, dignidad y en descentralización regional, “los brazos de la sostenibilidad empresarial deben alcanzar más allá de nuestras áreas de influencia y tienen que llegar a todos los rincones de nuestra región”.

 

Muy pronto tendremos un nuevo gobierno. Algunos se sentirán más cerca, otros más lejos, pero Chile nos va a necesitar a todos. Porque un país se construye desde la convicción compartida de que nadie sobra cuando se trata de construir futuro.

 

“Cuidemos el dialogo, valoremos la paz y nuestra libertad, acortemos las brechas de confianza y hagamos más y mejores empresas”.

 

“Convirtamos al Biobío en un símbolo de encuentro, de coraje y de desarrollo con propósito. Que esta tierra vuelva a ser referencia nacional de progreso, carácter y unidad cívica”.

 

Bienvenidas y bienvenidos al Erede 2025.