Resumen y traducción de : Thornton May. “The new know: innovation powered by analytics. Ed. John Wiley & Sons, Inc. 236 pag. 2009
Cambios de paradigmas
– La tecnología, que se compra como un commodity, no tiene nada que ver con una ventaja competitiva.
– Lo más importante ahora no es saber, sino como saber.
– El mejor predictor de un buen juicio, no es ni la intuición, ni la experiencia, ni la inteligencia, más bien es la disposición a involucrarse en una introspección, específicamente en pensar como pensar.
– La tecnología está afectando la evolución de la especie humana.
– El trabajo del líder no es tomar decisiones, sino que darles un sentido.
– El próximo recurso escaso en el desarrollo económico, será la atención humana necesaria para darle sentido a toda la información disponible.
– Los ejecutivos normales tienen una aversión patológica a las matemáticas, lo que es no solo poco afortunado, sino que también dis-funcional. Sin embargo, cierta intuición y habilidades mínimas en matemáticas, son necesarias en todas las especies de animales.
– El éxito en el siglo XXI, requiere expandir lo que uno sabe y agregar precisión y eficiencia a los procesos analíticos. – El conocimiento acerca del poder, deberá empoderar. |
El analista: el nuevo animal en el bosque organizacional
La gente que hace con los datos, las cosas más interesantes y de mayor valor agregado, se les llama analistas. Su conocimiento, semejante a los alquimistas, transforma los datos en compresión relevante para la toma de decisiones.
El despliegue de los recursos analíticos permitirá cumplir con el mandato de las organizaciones de hoy: “ha llegado el tiempo de re-pensar, re-imaginar y re-calibrar lo que es posible, lo que es deseable y lo que es sustentable. Es tiempo de re-escribir las reglas”.
Las historias oficiales que se cuentan al interior de las empresas (acerca de quienes somos, lo que hacemos, y para donde vamos), y las historias formales que se cuentan al resto del mundo, son críticamente importantes, y por lo tanto hay que cuidar un lenguaje donde las palabras usadas tengan sólo una interpretación.
El mayor capital que posee un analista son sus redes de relaciones. Sin embargo, es sorprendente que para los tomadores de decisiones, en general, estas redes les son invisibles y no las gestionan. A quien uno conoce, tiene que ver con lo que uno sabe y en como uno se siente.
Uno debería relacionarse con gente: inteligente, corriente, honesta, divertida, y objetiva.
El futuro del conocimiento, la estrategia y la innovación
Los futuristas dividen el mundo de las decisiones en tres espacios: lo conocido, lo desconocido conocido, y lo desconocido desconocido. El último espacio se refiere a las circunstancias que no fueron concebidas ni consideradas cuando se tomó la decisión.
Se necesita una aproximación sistemática (ej. Análisis de negocios) para desarrollar información que respalde las decisiones relativas a la posición competitiva y la estrategia.
Toda la gente se queja hoy día, especialmente el personal de negocios, de la sobrecarga de información (muchos e-mails, muchos memos, muchas reuniones). Pero, el verdadero problema no es mucha información, sino mucho aislamiento, especialmente de los clientes. Uno debe saber de sus clientes: qué quieren, cuando lo quieren, a qué precio y con proceso de entrega.
La innovación es fundamentalmente malentendida por mucha gente. En la mayoría de los casos la innovación no es estudiada y menos medida. La innovación no es sinónimo de invención. La invensión convierte dinero en ideas. La innovación convierte ideas en dinero
Todos tienen que innovar
Todos los analistas del ámbito académico, industrial, periodístico y organizaciones de altos ejecutivos, coinciden en que la innovación, es la llave para: el éxito de la carrera personal, el éxito de las organizaciones, y el éxito de un país.
Existe un malentendido, que quizás proviene desde los inicios de la Era Industrial, que divide el trabajo entre el físico y el intelectual, y que sólo una clase especial de empleados llega a innovar, lo cual ¡ es incorrecto!
Hoy en día, todos son trabajadores del conocimiento. El éxito no depende de decirles a las personas lo que tienen que hacer, sino que permitirles elegir entre alternativas que llevan a la organización hacia ventajas para el futuro.
La innovación es un esfuerzo grupal. Por definición, ella involucra al menos a dos públicos: los creadores y los beneficiarios, y frecuentemente a muchos otros más. Se ha demostrado, como unos desarrollos en: las ciencias, la sociedad y la historia, están interrelacionados, conectados. La innovación también tiende a combinar múltiples perspectivas. Hechos, números y análisis es lo que facilitará cruzar las barreras.
La mayoría de los que estudian la innovación, creen que muchas de éstas son el resultados de síntesis o puenteo de ideas de dominios diferentes. Peter Drucker decía que el 60% de la innovación se creaba fuera de ámbito industrial; y Paul Saffo cree que nunca un cambio importante surge desde un campo del conocimiento, sino que de aportes cruzados entre diversos campos.
La innovación debe llegar a ser el negocio de cada empleado de las organizaciones.
La creencia que la innovación raramente ocurre en los periodos de bajo crecimiento no puede estar más alejada de la realidad. La adversidad es un gran motivador de la innovación.
Dos palabras que raramente se ven asociadas son “análisis” e “innovación”. Se necesita cambiar aquello. De hecho, una de las piedras angulares de las mayores innovaciones que están cambiando el mundo hoy en día, es “el análisis de clase mundial”.
Organizaciones que son conocidas como innovadoras, tienden a abrazar la idea de “transparencia radical”. Y transparencia, en este contexto, significa “dispuesto a mirar hacia adentro”.
¿Hacia donde vamos?
Como se toman las decisiones, y las habilidades para la toma de decisiones, están hoy día siendo analizadas bajo el microscopio.
La toma de decisiones en forma analítica, ha llegado a ser una competencia central muy cotizada, en las organizaciones de alto desempeño.
En el futuro, los líderes harán su toma de decisiones en una revisión de escenarios, donde pesarán las probabilidades explícitas.
El psicólogo Philip Tetlock plantea “A veces necesitamos la razón como una opción, y cuidadosamente analizamos las posibilidades. Y a veces necesitamos escuchar nuestras emociones”.
En el futuro se necesitarán profesiones multitareas, que trabajen exitosamente entre y entremedio de disciplinas discretas.